Sí, es mi nuevo blog. El anterior tardaba demasiado en cargar y daba problemas en general. Una lástima, porque le tenía mucho cariño y me encantaba su funcionamiento, además de poder hacer cosas que en otros sitios no, pero hay que evolucionar, en todo. Espero que éste dure mucho y poder compartirlo con todos vosotros.

Sin más preámbulos, cuelgo el post de hoy, que no es más que una serie de reflexiones sueltas:

 

  • De los profesionales

Me contaba una ambientóloga, que cuando vas al médico y te dice, por ejemplo, “Tiene usted laringitis”, no se nos ocurre decirle “No, no, qué va, no es laringitis, no le creo”. Le hacemos caso religiosamente y nos tomamos la medicación que nos receta. Sin embargo, cuando los científicos dicen que hay un problema medioambiental, todos nos sentimos con derecho a opinar (“la gente es muy lista”, como bien dice Malayerba). Esos datos no son opinables y a algunos esto no les entra en la cabeza. Sí podrían ser opinables las políticas a llevar a cabo, algunas, y siempre dirigidas por expertos.

 

Los ambientólogos, en España, no es sólo que no tengan la categoría de ingenieros, como en otros países, sino que no son muy conocidos y ni siquiera bien considerados.

 

En otros lugares, en EEUU por ejemplo, existen dos categorías profesionales, ambas avaladas por estudios universitarios de tres años de duración: técnicos, que se centran en las disciplinas científicas, y puramente ambientólogos, más enfocados a la gestión (estos últimos son los encargados de hacer las auditorías medioambientales, y por cierto ganan una pasta). Aquí estudian ambas cosas, concentradas en cinco años, y todavía no se sabe qué se hará con respecto a las nuevas normas sobre titulaciones que está imponiendo la UE.

 

Es vergonzosa la mala fama que ha tenido esta carrera, tan joven y necesaria. Al contrario de la medicina, que se lleva estudiando durante miles de años, esta disciplina, compendio de otras ciencias, lleva existiendo tan solo unas pocas décadas. No debemos olvidarnos de que es una ciencia complejísima, que hay muy poco estudiado sobre la tierra como ente. La opinión de que saben un poco de todo y nada de nada debe erradicarse, son los únicos con conocimientos necesarios (Hidrología, Química orgánica e inorgánica, Geología, Biología, y un etcétera muy largo, además de campos exclusivos de ellos) para armonizar la información recibida de los especialistas de cada campo y enfocarlos hacia acciones que resuelvan los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos.

 

  • Arreglando el mundo

Debería existir un poder ambiental, que tuviera autoridad directa e indiscutible, formado por grupos de sabios (designados por órganos democráticos), que pudiese actuar por encima de las fronteras.

 

  • Yo y el futuro

A mí, del futuro, lo que más me preocupa es que dicen que los que más sufrirán serán los afectados de enfermedades respiratorias. Me visualizo con mi asma, en mitad de una ola de calor, y me entra angustia.

 

  • Esto no se arregla con dos coches híbridos

Ya sabemos lo que hay que hacer: reciclar, comprarnos un coche híbrido, ahorrar energía, etc. Está bien que la derecha promueva el medio ambiente, no les quitemos la ilusión ni las buenas intenciones, pero estoy convencida de que estas medidas de las que se hablan no son suficientes por sí solas, y deben ir acompañadas por un cambio profundo en la mentalidad de todos, de todos como consumidores, ya que es esta faceta la determinante en nuestra relación con la Tierra, y de eso, a poco que te pongas a escarbar se da cuenta cualquiera. La derecha, por su naturaleza, no aceptaría un cambio a este nivel de buena gana.

 

  • Biodiesel

Cada vez somos más habitantes, necesitamos más agua y alimentos. El biodiesel es un error, no se puede quitar la comida de la boca de la gente para mover un coche, no se pueden gastar tantos recursos, ocupación de terreno, riego, abono –fosfatos-, cosecha, transformación, transporte y almacenaje de ese mismo combustible. Es de cajón, no salen las cuentas, ¿o sólo me lo parece a mí? Es prolongar la agonía y desperdiciar energías y tiempo preciosos. Quizá sí esté a favor de la biomasa, pero siempre que sea residual de otros cultivos o el balance energético de la producción sea positivo para ese suelo.

 

  • ¿Nuclear?

Las nucleares también son un error. Yo sabía que en cuanto la derecha admitiese el problema del cambio climático, su siguiente paso sería convencernos a todos de lo maravillosa que es la energía nuclear y comenzar la construcción de centrales. Hasta Lovelock era partidario, se veía venir del viejo excéntrico inglés. Es más de lo mismo: un pequeño accidente y todos a la mierda. Y no me creo que la posibilidad de accidente sea cero.
Por otro lado, da mucho miedo un atentado en una central nuclear, y pirados hay muchos.
¿Dónde se guardan esos residuos? Tardan miles de años en desaparecer, un regalito envenenado para cientos de generaciones venideras. Ya hemos visto cómo la naturaleza se rebela. Cualquier día se pueden liberar esos residuos y…

 

Leo en “El País” (no lo compro pero lo sigo leyendo, qué remedio):

 

Será Francia la que nuclearizará Marruecos, como también lo hará con Libia y dentro de un mes lo intentará con Argelia. Cuando Túnez opte, a su vez, por ese tipo de energía, también elegirá a su proveedor en la antigua metrópoli.
[…]
Una moderna tecnología hace rentable ahora la extracción de uranio a partir del ácido fosfático. Marruecos es el primer productor y exportador de fosfatos, y posee unas reservas confirmadas de 57,8 millones de toneladas, el 75% del total mundial. La Agencia Internacional de la Energía Nuclear estima que se podrían extraer seis millones de toneladas de uranio, el doble de las reservas mundiales
”.

 

Apuntes a la noticia:

 

1) ¿De qué nos sirve la moratoria nuclear en España si en Marruecos, que está ahí al lado, se dedican a construir centrales? Vamos, que se iba a parar la radiación en el Estrecho. Bueno, y de Fuerteventura creo que estaría a unos doscientos kilómetros.

 

2) La zona prevista para la central se encuentra sobre una falla al sur del Atlas en la que en los años sesenta hubo un terremoto de 5.7 grados en la escala de Richter, lo que aumentaría las posibilidades de un accidente. Y aunque no sea un terremoto (tampoco son tantos 5.7 grados), un accidente podría ocurrir debido a cualquier cosa, qué sé yo, un superrayo (hay más posibilidades que te caiga un rayo que morir en accidente de avión, y una central hace mucho más bulto que una persona, -yaaaa, ya sé que existen los pararrayos, pero podrían fallar-), un casual accidente aéreo, un meteorito, un Homer Simpson marroquí…

 

2) Dicen que ya está operativa la tecnología de cuarta generación, que hace que las centrales se paren solas en caso de accidente. De nuevo el hombre creyéndose superior a la naturaleza, el mismo error que ya cometimos con anterioridad. No aprendemos la lección, hay cosas con las que no se juega, y no se juega con las casa de todos. Si no aprovechamos la oportunidad de hacerlo bien esta vez nos sumiremos aún más en la perversión a la que nos arrastra el sistema. Y si parece exagerado lo que estoy contando, sólo hay que atar cabos con lo que cuento a continuación.

 

3) Después de firmar estos acuerdos, Sarkozy (pasándose por el forro todas las resoluciones de la ONU) apoyó la política de Marruecos en el Sahara Occidental. Por cierto, en ese lugar casualmente se encuentran muchas de estas minas de fosfatos. (Y ahora Sarkozy es el hombre fuerte, míralo, ahí lo tienes liberando azafatas, cual héroe de comic). Sobre el fosfato y su importancia he encontrado este artículo. Leedlo, por favor, que es muy importante para entender lo que quiero decir. Me da la tremenda sensación de que por aquí van los tiros de lo que no nos están contando esta vez. Aunque el artículo sólo tuviera razón en la mitad de lo que dice, ya es suficientemente importante.

 

4) De ser cierto que Marruecos es poseedor del 75% por cierto de las reservas mundiales de fosfatos (en otros sitios hablan de un 45%, o de un 55%, pero en cualquier caso es mucho), y de encaminarse el futuro de la energía hacia la nuclear, como está ocurriendo en muchos países, todo el Magreb incluido, Marruecos podría convertirse en una potencia mundial. Igual ése es el poderío con el que se encuentran ahora mismo, comprando fragatas y F16 a EEUU.

 

  • Más sobre energías alternativas

Estoy convencida de que se puede parar el efecto invernadero, pero para ello hay que favorecer las energías limpias de verdad, impulsar el autoabastecimiento a escala casi individual. Por supuesto, a los neoliberales no les interesa ningún sistema en el que sea cada persona/edificio el que genere su propia electricidad, les interesa seguir manteniendo sus monopolios.
¿Qué las energías solares y eólicas no tienen la suficiente potencia para mantener el ritmo actual? Es que no hay que seguir el ritmo actual, ello es innecesario, hay que bajarlo. No necesitamos verdaderamente muchas cosas que nos proporciona la energía. Iba a hacer una lista de cosas prescindibles, en todos los sentidos, desde los ambientadores de enchufe (y los que no lo son) hasta los abrillantasalpicaderos, pero he tenido la impresión de que iba a ser la lista tan larga que mejor me ponía a ello otro día y le sacaba más partido.

 

Quizá la ralentización de la actividad puede provocar la pérdida de muchos empleos en campos que se empezarán a considerar innecesarios, o nocivos para el medio ambiente, pero otros se crearán, sin duda.

 

Como dice Brixta, nosotros tenemos el poder, como consumidores. Lo que pasa es que un consumidor no podrá hacer una elección adecuada si no tiene la suficiente información a su disposición, por eso ésta es muy importante. Información como quiénes son los dueños de las empresas y en qué otras empresas participan, de dónde vienen los productos y cuál ha sido su coste medioambiental. La verdad, sin edulcorantes ni distracciones.